Más de cien personas tratadas en Punta Arenas con energía cuántica

Más de un centenar de personas en Punta Arenas han tratado sus dolores y malestares de salud con la “energía cuántica”, una técnica que domina el sanador Christian Aylwin y cuya aplicación ha generado un verdadero fenómeno social. Así lo ratifican las personas que lo consultaron las dos veces que vino anteriormente.
A partir de hoy, y hasta el 18 de mayo, cumplirá su tercera visita a la zona.

La demanda que generó su paso por Magallanes lo llevó a programar un tercer viaje.

A través de los años ha recopilado numerosos testimonios de sanaciones, incluidas algunas personas enfermas de Punta Arenas y con problemas psicológicos. El éxito y fenómeno que representa se explica por los testimonios de mejorías y sanaciones que, de boca en boca, se han ido conociendo en la ciudad. Una de las primeras personas que se atendió con Cristian Aylwin fue Eva Ceballos. Ella, motivada por su proceso de recuperación, propició su primera visita a Punta Arenas.

Esta mujer, dueña de casa, comenzó con sus problemas el año 2003, después de la muerte de su madre. Pasó por muchos hospitales debido a problemas en el corazón. Tenía tres cuartas partes de la aorta dañada y luego empezó con dolores a los huesos: osteoporosis y artritis. Posteriormente le sobrevino un asma, diabetes, hipertensión y en diciembre del 2010 le descubrieron cálculos a la vesícula. Por una tía, que vive en Santiago, llegó a Christian Aylwin, y en una sesión de sanación, que se extendió por una hora cuarenta minutos, hoy está bien y ve la vida de otra forma, con mucha alegría.

¿Qué es la cirugía cuántica?
Christian Aylwin la describe como un método que permite viajar al pasado del paciente, eliminar las causas que provocaron su enfermedad, para luego transportar el órgano ya sano de vuelta al presente. Lo que él hace, explica, es prestar su cuerpo “para que energías y entidades que desconozco, enseñen al paciente cómo recuperar la salud, recreando órganos y sistemas afectados”.

De esta forma, según su carta de presentación ha logrado ayudar y sanar a personas con cáncer, VIH, esclerosis múltiple, dolores crónicos e incluso gente con depresión, alcoholismo y drogadicción. Se trata, entonces, de un tipo de sanación que no tiene límites y que, además, no tiene contraindicaciones.